La pasada noche del 23 de junio me encontraba comprando en un almacén de barrio, mientras metía algunas cosas en mi bolsa, oía a una señora que con voz temblorosa decía: “Yo me iré tempranito a la cama hoy, esta noche me da miedo”. “¿Por qué?, hoy es una noche común y corriente”, dije para mi, pero ahí escuche a alguien responderle: “Esta en la noche más larga del año”. De pronto recordé que mi madre cuando era pequeña, cada 23 de junio preparaba una serie de rituales mágicos para saber algo del futuro. En la noche de San Juan, todos los brujos salen con su macuñ a volar y el diablo se da el permiso de pasear a su antojo.
Yo había olvidado esa noche, hace mucho años que no recordaba las pruebas que se preparaban y retrocediendo en el tiempo recordé que para saber si tendrás dinero el resto del año debes pelar una papa completa, otra pelarla a la mitad y la otra sin pelar, la metes debajo de la cama, y al día siguiente debes sacar la primera que toque tu mano, si sacas la pelada es porque no tendrás dinero, si sacas la que estaba a medio pelar será un año normal y si sacas la que estaba sin pelar es porque tendrás fortuna. Si te paras debajo de una higuera con una guitarra a media noche, se aparecerá el diablo y aprenderás de él a tocar ese instrumento. Si miras al espejo a media noche, se aparecerá el diablo a tu espalda. Si preparas un lavatorio con agua y una vela encendida y lo miras a media noche podrás ver tu futuro. Si escribes 3 nombres y lo metes debajo de tu almohada, al día siguiente sacas un papel y sabrás el nombre del amor de tu vida. Si pones 3 papeles escritos con “SI” y otros 3 con “NO”, lo metes debajo de tu almohada al día siguiente debes hacer 3 preguntas y sabrás si es un “SI” o un “NO”. Si sales a media noche a vender una gallina negra, será el mismo diablo quien te la compre y podrás pedirle el dinero que quieras por ella, pero una vez que te entregue el dinero, debes caminar sin mirar atrás. Y a si, un sin numero de pruebas que se realizan esa noche, todas relacionada con magia, brujos, demonios, el diablo. El día ideal para hacer un pacto con Lucifer.
Crecí al amparo de este Chile lleno de mitos, que al pasar el tiempo y crecer se perdieron en mi memoria y jamás cuestione porque esa noche se relacionaba con magia, solo realizaba las pruebas que me decía mi madre y recuerdo que temblaba de miedo esa noche. Me daba pánico hacer preguntas, me tiritaba la mano al meterla debajo de la cama, yo creía que en cualquier momento salía alguien o algo de ahí y me arrastraría a un mundo terrorífico.
Lo cierto es que San Juan es una festividad de solsticio de verano en el hemisferio norte donde encienden una hoguera con el fin de dar más fuerza al sol como acción purificadora. Pero ¿y Chile? Es parte del hemisferio Sur, estamos en época invernal, no tiene sentido este ritual, sin embargo los que conquistaron nuestras tierras trajeron consigo sus creencias, pero una vez en Chile se volcó a creencias mágicas, con toques demoniacos. Y la verdad, me gusta que sea así, un Chile dentro de un globo cayendo a la hoguera del infierno. Un Chile mágico, un Chile místico, donde las personas a pesar que viven en una ciudad como Santiago con unos cinco millones de habitantes, aun siguen existiendo personas, como la señora que vi en el almacén, que cree que una vez al año los brujos vuelan sobre nuestras casas, creen que el diablo saldrá a dar el don al músico, o a comprar gallinas negras. Así es nuestra gente, aún en estos tiempos. Y me gusta que así sea.
Yo había olvidado esa noche, hace mucho años que no recordaba las pruebas que se preparaban y retrocediendo en el tiempo recordé que para saber si tendrás dinero el resto del año debes pelar una papa completa, otra pelarla a la mitad y la otra sin pelar, la metes debajo de la cama, y al día siguiente debes sacar la primera que toque tu mano, si sacas la pelada es porque no tendrás dinero, si sacas la que estaba a medio pelar será un año normal y si sacas la que estaba sin pelar es porque tendrás fortuna. Si te paras debajo de una higuera con una guitarra a media noche, se aparecerá el diablo y aprenderás de él a tocar ese instrumento. Si miras al espejo a media noche, se aparecerá el diablo a tu espalda. Si preparas un lavatorio con agua y una vela encendida y lo miras a media noche podrás ver tu futuro. Si escribes 3 nombres y lo metes debajo de tu almohada, al día siguiente sacas un papel y sabrás el nombre del amor de tu vida. Si pones 3 papeles escritos con “SI” y otros 3 con “NO”, lo metes debajo de tu almohada al día siguiente debes hacer 3 preguntas y sabrás si es un “SI” o un “NO”. Si sales a media noche a vender una gallina negra, será el mismo diablo quien te la compre y podrás pedirle el dinero que quieras por ella, pero una vez que te entregue el dinero, debes caminar sin mirar atrás. Y a si, un sin numero de pruebas que se realizan esa noche, todas relacionada con magia, brujos, demonios, el diablo. El día ideal para hacer un pacto con Lucifer.
Crecí al amparo de este Chile lleno de mitos, que al pasar el tiempo y crecer se perdieron en mi memoria y jamás cuestione porque esa noche se relacionaba con magia, solo realizaba las pruebas que me decía mi madre y recuerdo que temblaba de miedo esa noche. Me daba pánico hacer preguntas, me tiritaba la mano al meterla debajo de la cama, yo creía que en cualquier momento salía alguien o algo de ahí y me arrastraría a un mundo terrorífico.
Lo cierto es que San Juan es una festividad de solsticio de verano en el hemisferio norte donde encienden una hoguera con el fin de dar más fuerza al sol como acción purificadora. Pero ¿y Chile? Es parte del hemisferio Sur, estamos en época invernal, no tiene sentido este ritual, sin embargo los que conquistaron nuestras tierras trajeron consigo sus creencias, pero una vez en Chile se volcó a creencias mágicas, con toques demoniacos. Y la verdad, me gusta que sea así, un Chile dentro de un globo cayendo a la hoguera del infierno. Un Chile mágico, un Chile místico, donde las personas a pesar que viven en una ciudad como Santiago con unos cinco millones de habitantes, aun siguen existiendo personas, como la señora que vi en el almacén, que cree que una vez al año los brujos vuelan sobre nuestras casas, creen que el diablo saldrá a dar el don al músico, o a comprar gallinas negras. Así es nuestra gente, aún en estos tiempos. Y me gusta que así sea.
Algo más sobre San Juan:
N:N:D:E:T:A